La virtualización de servidores es una tecnología basada en un software que posibilita la ejecución de varios sistemas operativos diferentes entre sí, como invitados dentro de un único host del servidor físico. Son las llamadas máquinas virtuales (VMs) que ejecutan en una imitación virtual del hardware del servidor. Es como si los recursos de un servidor físico, por ejemplo, fuesen divididos en diversos servidores virtuales que pueden ser usados con diferentes finalidades. Esta tecnología representa una de las formas más eficientes para reducir los costos de infraestructura de TI. Esto es porque la virtualización puede ser aplicada tanto a servidores como a redes, aplicaciones y Data Centers. Además también genera mayor eficiencia y agilidad para la empresa del cliente, con una inversión que no rebasa los presupuestos de TI tradicionales. Es importante entender que con la virtualización de servidores, los procesos son distribuidos entre un número menor de computadoras, de forma que cada computadora aprovecha mejor su capacidad total. Con esto, es innecesario tener varios sub-servidores que utilicen apenas una parte de los recursos de los equipos.
¿Cómo funciona la virtualización de servidores?
Es posible separar la virtualización en 4 pasos que no siempre son los mismos para cada tipo de cliente pero que acostumbran a seguir el siguiente formato:
1. Adquisición del servidor La contratación o adquisición de un servidor físico es la parte fundamental para utilizar servidores virtuales. El CIO necesita analizar qué opción es más rentable para su empresa: contratar un servidor físico con un tercero o adquirir un servidor físico moderno, con mayor capacidad y más recursos (no significa que no sea posible en un servidor), además de mayor control por parte del equipo de TI. Con el análisis realizado, es hora de tomar una opción. Por consiguiente, es importante saber que en caso de la virtualización, en vez de tener varios servidores pequeños, la mejor inversión es contratar o adquirir un servidor mayor y más moderno, que posea los diversos recursos necesarios para entender la demanda de trabajo del cliente.
2- Implementación del servidor virtual En caso de los servidores físicos, el sistema operativo suele ser más básico, con la capacidad de dividir el hardware en varios fragmentos menores. Este sistema operacional es conocido como hypervisor. Con eso, hay mayor espacio para las máquinas virtuales (VMs), ya que el espacio del hypervisor es menor. Esto disminuye la oportunidad de errores con códigos en el sistema operacional, además de facilitar las cuestiones de seguridad digital y el tiempo de mantenimiento.
3- La creación de las máquinas virtuales Después de dividir el servidor físico principal en diversas máquinas virtuales, es necesario estructurarlas y activarlas correctamente dentro del hypervisor. Estas máquinas virtuales quedan almacenadas dentro del sistema operativo del servidor y otros componentes, como la memoria y el procesamiento de CPU quedan colocados bajo demanda. Esto significa que las máquinas virtuales poseen capacidades diferentes, variando de acuerdo con las necesidades de cada equipo, las actividades de esta y de los profesionales que la utilizan. O sea, una VM puede tener más capacidad de procesamiento del espacio, la otra más memoria que capacidad de procesamiento, de forma que, las aplicaciones se dividan correctamente en las necesidades de cada empresa y en el motivo por el que el servidor lo adquirió. Además de ello, el cliente también puede utilizar la función de direccionamiento de tráfico para priorizar las máquinas más importantes.
4- Instalación de los sistemas y conexión con SAN En este punto, es posible escoger el tipo de sistema que va dentro de cada una de las máquinas del servidor virtual, ya que cada una de ellas posee recursos diferentes adecuados al tipo de trabajo que realizan. Hecho esto, el próximo paso es conectar los servidores virtuales a una SAN (Storage Area Network), un local de almacenamiento para compartir entre servidores. Una vez que lo servidores están en una red SAN, hace más fácil administrar la distribución de desempeño para definir cuáles son las máquinas con mayor prioridad. Estos puntos son necesarios, ya que, en un ambiente corporativo, las máquinas virtuales acostumbran a tener exigencias de alta demanda. El mayor punto positivo de la virtualización de servidores es que es recomendada para cualquier tipo de empresa que necesite de más de un servidor. La misma suele tener bajo costo, ya que las inversiones iniciales de contratación de servidores, adquisición de equipos y software traen un retorno a largo plazo con la disminución de los gastos operativos, la economía de energía y menor necesidad de mantenimiento. Además de eso, está también ayuda a economizar espacio físico, facilita la administración y mantenimiento de los equipos, reduciendo el dowtime y optimizando la infraestructura de tecnología de las empresas usuarias.
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